Ni rota ©


Ni rota, rota la luna.
Pero se empeña en llamarme Noche,
aunque yo quiera ser sólo día.

A veces lo intento:
indago sus bordes,
busco el otro lado,
el revés de mí misma.

No tengo éxito:
supongo grieta
y no es más que orilla.

El límite, de ida o de vuelta,
lleva la cara oculta: mengua,
se va con la vista,
¡mentira que es nueva!

Ni rota, rota mi luna.
Pero me empeño en hacerla día,
aunque de noche me nombre Estrella.