Quiromancia ©

Los que saben, dicen que Venus se alza en los pulgares, frente a la Luna que ha de tener raíces porque se sostiene apenas en el costado interno, abajo, como si hubiera nacido menguante en la mano y deslizara su luz hacia el abismo de la articulación. 

En el índice, Júpiter, hijo de Cibeles, señala el camino, pero es más corto que Saturno y como herencia del Cielo nos deja perdidos, sin rumbo, en medio.

Con el Sol, la palabra amén se aloja en el anular, fin de la voluntad humana, principio de algo divino. Mercurio, metálico, líquido, alquimia, ¡voilá!: ¡se volvió melaconlía el olvido!


Por eso borré el destino que surcaba la palma de mis manos. Enterré la navaja entre la línea de la vida y la del corazón; yo sólo sé vivir a fuerza de víscera, no entiendo el llano que se forma casi insalvable entre ambas cosas y miro curiosa los montes astrales que hacen del sino cuenca cuando recojo los dedos para ver, por fin, una laguna roja.

La suerte está echada, vital se desangra. Sonrío, será que entre tantas marcas extravié el hilo que conducía la razón. Me destino.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me gustó mucho esto, Tania: "Enterré la navaja entre la línea de la vida y la del corazón; yo sólo sé vivir a fuerza de víscera, no entiendo el llano que se forma casi insalvable entre ambas cosas..."
Un llano que no debiera ser, que, esencialmente, no habría de tener lugar pero, en el día a día, nos confirma clara su existencia. Muchas gracias por la recomendación.

Carolina Peláez dijo...

Desolador y desesperanzado, sin embargo intuyo una fortaleza que promete resurgir como el ave fénix que se encuentra en tu corazón.

Anónimo dijo...

"En el índice, Júpiter, hijo de Cibeles, señala el camino, pero es más corto que Saturno y como herencia del Cielo nos deja perdidos, sin rumbo, en medio."

¡Esto me encantó!

Erick Aguirre-Godínez

Lisandro Ariel dijo...

Grande, Tania. Trae más de estos al taller.

Marie Pain dijo...

Es la primera vez que me cuestiono lo que la palabra Amén me hace sentir, es como una mezcla de rendición y esperanza…

¿sabe?... bueno… yo sé que lo sabe, se necesita valentía y al mismo tiempo mucha serenidad para escribir algo tan hermoso como lo que nos acaba de compartir…
¡Muchas gracias! le mando un beso y un abrazo con todo mi cariño, Miss Fields

JOSÉ IGNACIO RESTREPO dijo...

No me prometerás del curso astral perverso, del capricornio que soy y su amalgama en saturno enajenado, no osarás prometer feliz autora, que del espasmo a la verja constelada solamente hay un palmo, ese que mide la punta de tu nariz a la bella corona ornada en tu cabeza....Muy bella interpretación de los senderos del cielo y el derriere terciopelo de la tierra.....