De arcilla y barro, somos entraña ©

















Tengo una tristecita alebrestada;
sobre sí misma se arremolina,
rehilete, viento y aspas desarma.

Tengo una tristecita alabastrada,
blanquísima, traslúcida, canica de agua, 
prismática, de aristas biseladas.

Tengo una tristecita que deja herrumbre,
con la piel vieja, delgadita y arrugada,
el cabello como plata, aterronadita la cara.

Tengo una tristecita que es derrumbe,
acantilada, vertical, honda y estrecha;
vértigo puro cuando me asomo y ella acecha.

Tengo una tristecita que se alumbra,
que rompe aguas, que se pare, se desgarra;
acuna placenta y cría, sola amamanta.

Tengo una tristecita que se abruma,
que se hace nube y se rompe en niebla;
dique de meteoros y estrellas lejanas.

Tengo una tristecita que es muy incierta,
nadie más que yo sabe de su existencia,
ella se esconde, pero punza y pifia inquieta.

Tengo una tristecita que está desierta;
sólo semillas de dátil secas y una palmera
le brindan sombras, largas y grises de pura arena.

Tengo una tristecita que se me encarna
en un costado, como huesito de mi cadera;
si hace frío me duele un poco y ella se esmera.

Tengo una tristecita que me reencarna,
que nació añeja junto con mis ancestras
vino conmigo así, sin más,sin que lo pidiera.

Tengo una tristecita que me atormenta;
jarrito de barro antiguo, seca y sedienta,
Árida herida que si no lluevo se me hace grieta.

Tengo una tristecita que se atormenta;
embravecida aluza todo, todo lo incendia;
deja astillas en el rescoldo y huele a menta.

Tengo una tristecita que se me ofrenda
y a la que ofrendo incienso, flores y velas,
cuarzos de agua y mi sangre, cada mes hecha sirena.

No se preocupe si en el sendero me ve llorando:
camino así cuando hace falta y no hay condena:
mi tristecita es ya muy mía y soy yo muy de ella.

No nací triste, sólo soy de una tristecita la dueña;
y cuando lloro, aunque no parezca, lo hago contenta;
llorar me cura, por eso dejo a la tristecita un poco suelta.

La tristecita de la que le hablo me acompaña,
ella es de arcilla, yo soy de barro: tenemos agua,
tenemos llanto, tenemos sangre, somos entraña.