Retales©

Por alguna razón que no es sino manía, a mis muertos los recuerdo a retales. 

Mi abuelo fue el primero en hacérseme difunto; con él se fue también el primer botón de su abrigo de pana gruesa, pero quedó la memoria intacta de aquella tela cubriendo el pedacito que yo solía acariciar mientras él me mecía en su regazo. 

Años más tarde le dio por matarse a un amigo, el primero que quise con toda la entraña, tanto que no me costó nada perdonarle su muerte: uno no se cuelga de la nada, aunque por un tiempo haya sido yo la que se quedó de la nada colgada. La textura de la cuerda blanca (que no vi pero supe enredada en su cuello), se quedó como parte del recuerdo; también las flores pequeñitas de la camisa azul que vistió para morirse y el color rojo quemado de la que llevaba cuando me pidió que lo fotografiara sentado sobre una tumba.

Luego vino la muerte anunciada de quien era mi maestra: conforme avanzó la quimioterapia fueron más sofisticados sus turbantes; uno en particular se empeña en hacerse presente cuando la pienso: de color negro, combinaba a la perfección con el listón del sombrero blanco. No supe cómo se sentía, ni ella ni la tela que cubrió su cabeza; cuando le pregunté contestó que de sentir no se trataba este asunto sino de que lo que dejaba lo dejaba contenta. Nunca perdió el estilo.

Hace un poco menos, se marchó la reina de mis muertos: su cuerpo menudito y desgastado se escondía bajo montones de tela, siempre de colores. Entre mis manos los vuelos de su falda eran como una fiesta: me hacía tocarlos porque le gustaba que yo le dijera lo bonito que se sentía el pedazo de encaje de las orillas. Tenía corona (una de flores de aluminio que luego le puso a la Virgen del altar frente al que curaba) porque de muchacha bailaba la danza de Moctezuma. Jamás se descubría la cabeza porque por ahí entra el daño a quienes tienen la curación por mandato; será por eso que recuerdo la lana abultada de sus gorritos viejos.

Tengo la fortuna de que sean poquitos mis muertos; todavía puedo con sus retales hacer un lienzo.