Ahora que sabemos que hay agua en la luna, pienso que de noche se escurren los días. Por eso busco entre las piedras húmedas la mañana futura, cálida y tranquila.
Sé que vendrá, como llegaron las certezas: el corazón es sólo viscera, el alma es una mentira, se ama con todo el cuerpo, verdad piadosa entre pecados concebida.
Bendita soy junto a todas las mujeres, porque en el vientre hueco se gesta el universo, el sol que nace ardiente, líquido deseo, amníotico, primigenio.
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