No todas las minas son terrestres:
las hay submarinas,
con recámaras de agua,
profundas cuevas,
de arena los lechos.
También fue mina la medida de peso
y una teórica moneda,
griega y vieja,
dracma en ciento.
El alma también se excava;
hay que proceder del mismo modo,
tener igual ambición que la que se tiene en Tierra:
encontrar en superficie la anomalía,
cabo de veta asomándose.
No se halla sino caminando,
esta vez hacia dentro.
Cavar túneles orgánicos:
única manera de llegar al yacimiento.
Ahí donde duele comienza el sendero,
pues mina es también
nacimiento de fuentes, origen, secreto.
Trabajo subterráneo,
aunque parezca a cielo abierto.
Imagen tomada de: http://hu-san-mg.foroactivo.net/
1 comentarios:
Ahora el explorador es un soñador que recuerda...
Gaston Bachelard.
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