Me gusta la poesía ©

Me gusta la poesía porque cuando digo "muerte", entre versos danza la Catrina de colores, llevando en el revés de su vestido la profecía hilvanada: "sólo es cambio".

Me gusta la poesía porque cuando escribo "sangre", se forma una laguna que late hasta hacerse horizonte rojo, amanecer literario.

Me gusta la poesía porque cuando escucho "asesino", sé que nos ha fallado la "h" y tampoco vino el espacio, pero el sino está ahí, al final, como corresponde.

Me gusta la poesía porque sus silencios son cómodos, pausas con sentido, orillas que se asoman por arriba del abismo.

Me gusta la poesía porque sus muros son escalables, basta con apuntar un trío de cuerdas, un par de alas y cuatro amigos.

Me gusta la poesía porque en sus corrientes lleva mares, olas altas en voz baja, con escafrandas por si se naufraga.

Me gusta la poesía porque es camino franco a los sepulcros que llenamos de flores, pero también es pie, pierna, cuerpo entero caminando.

Me gusta la poesía porque si dibujo "vida", las letras se llenan de enredaderas, la "d" se vuelve nido, la "v" rumor de río, la "i" equilibrista (bordado de punto y en puntillas), la "a" se hace principio.

Me gusta la poesía porque me escribo. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello! como todo lo que escribes.

Tania Campos Thomas dijo...

Muchas gracias. :)